En un sorprendente testimonio de las virtudes de la dedicación y la persistencia, el fotógrafo de vida silvestre Alan McFadyen finalmente capturó la foto perfecta después de seis años y 720,000 intentos. McFadyen, que ha estado persiguiendo su pasión por la fotografía de vida silvestre desde 2009, encarna la paciencia y el compromiso que exige la profesión.
El tema de la búsqueda de McFadyen fue el martín pescador, un ave conocida por su plumaje vibrante y estilo de caza distintivo. Los martines pescadores suelen vivir cerca de masas de agua, donde cazan peces sumergiéndose directamente en el agua. El momento escurridizo que McFadyen trató de capturar fue este ejemplo exacto: un martín pescador que se sumerge directamente en el agua sin causar un chapoteo.
A lo largo de su búsqueda, McFadyen estimó que pasó más de 4200 horas intentando capturar esta toma perfecta. En cada sesión, tomaba aproximadamente 600 fotografías, pero ninguna de ellas cumplió con sus expectativas. Reflexionando sobre este arduo viaje, McFadyen se dio cuenta de la inmensa cantidad de esfuerzo que había invertido en su búsqueda.
Su pasión por la vida silvestre y la naturaleza, y específicamente por los martines pescadores, fue avivada por su abuelo, quien le presentó el lugar de anidación de las aves. “Recuerdo que mi abuelo me llevó a ver el nido del martín pescador, y recuerdo que me impresionó por completo lo magníficos que son los pájaros. Entonces, cuando comencé a tomar fotografías, regresé a este mismo lugar para fotografiar a los martines pescadores”, compartió McFadyen.
Para capturar la imagen impecable del martín pescador que se sumerge directamente sin salpicaduras, McFadyen tenía que estar en el lugar correcto en el momento correcto, al igual que el ave. Esta exigente tarea requería no solo habilidad técnica y comprensión del comportamiento del ave, sino también mucha paciencia.
Reflexionando sobre su viaje, McFadyen dijo: “Realmente nunca me detuve a pensar en cuánto tiempo estaba tomando el camino porque disfruté haciéndolo, pero ahora que lo recuerdo, estoy muy orgulloso de la imagen y el trabajo que hice”. en.” Aunque el abuelo de McFadyen ya no está con él, está claro que estaría inmensamente orgulloso de la perseverancia de su nieto y su hermoso logro.
Esta historia inspiradora de la búsqueda incesante de McFadyen no solo es un testimonio de su dedicación individual, sino también del espíritu más amplio de la fotografía de vida silvestre. Subraya la importancia de la paciencia, la persistencia y el profundo respeto por la naturaleza que definen este campo desafiante pero gratificante.