El Centro de Cuidado de Animales de San José recibió un pequeño gatito sin madre. Un miembro del personal, Tram Bui, que ayudó a establecer un grupo de rescate llamado Mini Cat Town, se puso en contacto con sus voluntarios para encontrar a alguien dispuesto a acogerlo.
Laura Malone de Mini Cat Town, experta en el manejo de gatitos recién nacidos, se acercó para echar una mano.
Laura compartió con Love Meow que tenía el espacio y la disposición para ayudar al bebé, ya que nadie más estaba disponible. El pequeño, al ser un bebé de un solo biberón, requirió una atención considerable, por lo que suele ser rescatado en último lugar. No obstante, Laura le dio un hogar y asumió la responsabilidad de alimentarlo cada dos horas.
Frito creció y se volvió más animado cada día, gracias a las constantes tomas de biberón y los mimos cariñosos que recibía las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Era un gatito social que anhelaba atención y tiempo de juego, y nunca quería estar solo.
Al darse cuenta de la importancia de tener un compañero, tomaron la decisión de familiarizarlo con un grupo de gatitos adoptivos que tenían la misma edad que él. Cuando comenzó a desear más tiempo de juego que sus compañeros no podían brindarle, le presentaron a sus gatitos adoptivos mayores.
Laura compartió con Love Meow que le preocupaba que los gatitos mayores fueran demasiado bruscos con el nuevo gatito. Sin embargo, para su sorpresa, fueron extremadamente amables y acogedores con él. Frito, que tiene cuatro semanas, conoció a Burberry y Ralph, que tienen ocho semanas. A Ralph le gustó instantáneamente Frito e incluso comenzó a acicalarlo.
El pequeño pelirrojo puede ser más pequeño que sus hermanos mayores, pero siempre está ansioso por aprender de ellos e imitar su juego. Sus hermanos, Ralph y Burberry, parecen ser conscientes de su tamaño y son amables con él. Sin embargo, el pequeño disfruta viéndolos jugar y, a menudo, copia sus movimientos, como sus caminatas de cangrejo.
Mientras Frito se queda dormido dentro de su cálida incubadora, Ralph permanece vigilante en la puerta, vigilándolo y asegurándose de que esté a salvo. Los dos cachorros tienen un vínculo especial y adoran absolutamente a su nueva incorporación a la familia.
Frito está progresando mucho día a día. Le encanta acurrucarse en el regazo de Laura y observar a sus hermanos mayores jugando. Una vez un alma solitaria, ahora tiene toda la compañía que necesita dentro de la casa.
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