Conozca a Sherman, el cachorro de Terranova de 154 libras que cree firmemente que es un perro faldero y utiliza a sus dueños como “cojines para perros humanos”. A pesar de ser el perro grande de la casa, Sherman sigue ajeno a su enorme tamaño y continúa buscando consuelo sentándose sobre sus queridos dueños.
Con tan solo 18 meses, Sherman sigue creciendo y seguirá ganando peso hasta que cumpla tres años. Con al menos 28 libras más que ganar, seguramente se volverá aún más imponente. Sin embargo, su tamaño no le impide ser terco, como sus dueños, Elliot y Beverley, han capturado de manera divertida en videos de él negándose a salir a orinar.
A pesar del constante aplastamiento, Elliot y Beverley adoran a su amable gigante y gastan más de 6.000 dólares al año en él. Saben que él piensa que es un perro faldero y lo encuentran entrañable, aunque eso signifique tener cerca a un monstruo grande y baboso que se abraza. La naturaleza afectuosa y amistosa de Sherman lo convierten en un amor absoluto que ama a todos y a todo.
Este enorme amigo peludo llegó a la familia en febrero de 2022, importado de un criador polaco. Su tamaño y su comportamiento amigable le han valido el estatus de celebridad en su ciudad natal, donde la gente se detiene para tomar fotografías y admirarlo.
Ser un orgulloso propietario de Sherman conlleva responsabilidades y costos. La pareja gasta más de $150 en comida para perros cada mes, y el apetito del gentil gigante no le impide querer probar la comida de los demás, lo que lleva a algunos incidentes divertidos de babeo. Debido a su gran tamaño, se necesitan consideraciones especiales, ya que el cuerpo de Sherman aún se está desarrollando hasta que cumple los tres años.
A pesar de los desafíos y los gastos, Sherman es el mejor amigo de Elliot y un querido compañero. Este cachorro de raza grande y pecho grande también encontró un mejor amigo inesperado en un gato pelirrojo vecino llamado Kodi, a quien observa y adora desde el otro lado de la cerca.
Beverly lo resume perfectamente, ya que cariñosamente se refiere a sí misma como un “cojín de perro humano” para Sherman. Su amor por él es inquebrantable y, a pesar de los inconvenientes ocasionales de su enorme presencia, no lo querrían de otra manera.