Cuando Lionel Messi era sólo un niño, soñaba con convertirse en futbolista profesional. Un día se retiró a su habitación, se sentó a la mesa y comenzó a escribir el nombre “Antonella” en una hoja de papel con un bolígrafo.
El joven escribió una declaración en su carta a la joven diciendo: “Algún día estaremos comprometidos”. Esta dulce historia de amor sería una película fantástica.
Leonel Messi nació en Rosario, Argentina en 1987 con un fuerte deseo de convertirse en futbolista profesional desde muy joven. Antonela Rocuzzo, conocida por su belleza y bondad, nació en 1986. La historia se desarrolla en la residencia de Lucas Scaglia, amigo de Messi, donde ambos estaban jugando juegos de PlayStation cuando Antonella se acercó a ellos para preguntarles si necesitaban algo. Messi era demasiado tímido para responder y los dos jóvenes se hicieron amigos. Supo desde ese momento que quería pasar el resto de su vida con ella.
Después de ese encuentro, Messi visitaba con frecuencia la casa de Lucas con la esperanza de volver a ver a Antonella, confiando en que ella eventualmente se convertiría en su pareja. Enrique Domínguez, el entrenador, localizó al padre de Lucas para preguntarle qué había pasado, a lo que le explicó que Messi visita con frecuencia su casa y siente algo por Antonella.
Muy pronto, Messi se inclinaba ante Antonella mientras ella vestía una falda granada. Se comunicaron a través de cartas y Messi le aseguró que cuando fueran mayores la haría su novia. A pesar de esto, la pareja decidió tomar un largo camino antes de hacerse oficial. La historia muestra a Messi encontrando un grupo de amigos cercanos y una mujer que lo inspiró a apreciar más profundamente la vida.
Los dos jóvenes rápidamente se hicieron amigos cercanos y disfrutaron mucho de pasar tiempo juntos. Sin embargo, la vida acabó por separarlos cuando George Messi, el padre de Messi, decidió llevar a su familia de vacaciones a Barcelona en el año 2000. A pesar de ello, Messi y Antonella continuaron su conexión durante algún tiempo después. Intentaron mantener el contacto, pero la comunicación era difícil y poco frecuente. En 2005, Antonella sufrió una gran pérdida cuando un amigo falleció en un accidente automovilístico. Messi no perdió el tiempo y voló a Argentina para consolarla en este momento difícil. Este evento marcó el comienzo de una conexión más profunda entre ellos, aunque optaron por no revelar sus verdaderos sentimientos el uno por el otro. Messi finalmente regresó a Barcelona, mientras que Antonella se matriculó en la escuela de odontología de la Universidad Nacional de Rosario. Su relación sentimental finalmente se estableció en 2007, y se hizo pública en 2009 cuando Messi mencionó a una mujer en Argentina durante una entrevista sobre su vida personal.
Antonella es una gran admiradora del mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, pero no tiene ningún interés en el deporte en sí. Ver fútbol le resulta increíblemente aburrido y no parecía interesada cuando le conté mis goles o mi hat-trick cuando llegué a casa. Los festejos de la boda se llevaron a cabo tanto en el edificio Rosario Downtown como en el Hotel Pullman, y contó con la presencia de numerosos futbolistas famosos. Las relaciones que se formaron durante la infancia se volvieron dependientes más tarde, y entre los invitados se encontraban los compañeros de Messi en el FC Barcelona y la música colombiana Shakira. A la boda también asistieron integrantes de la selección argentina de fútbol. El feliz matrimonio de Messi y Antonella le brinda una gran satisfacción, y su romance seguramente será una narrativa increíble. Antonella está dispuesta a esperar a que Messi logre sus objetivos antes de proponerle matrimonio porque sabe que él la ama y tiene la paciencia para hacerlo. No deseamos nada más que lo mejor para su joven familia y rezamos para que tengan una vida llena de alegría y satisfacción.