No ha sido el debut deseado desde los once metros para Vinicius como madridista. Tras la marcha de Benzema, el brasileño quiso asumir el galardón de lanzar los penaltis en el equipo de Chamartín. De hecho, estos días se le ha visto practicando los golpes al final de cada sesión.
El jugador solo había tirado dos penas máximas en su carrera, fallando una de ellas. El último lo marcó el pasado mes de junio contra Guinea. De ahí que se mostrara con confianza para empezar a tirar los penaltis con el Madrid.
Un larguero como estreno
Ha llegado el momento del estreno en la primera parte del Clásico ante el Barcelona. Araujo tocó el balón con la mano dentro del área y el árbitro señaló el punto de penalti. Ante la baja de Modric, fue Vinicius quien atrapó el balón por delante de jugadores como Rodrygo o Bellingham.
El nuevo ‘7’ del Madrid, tras una carrera corta, estrelló el disparo en el larguero, con un Ter Stegen que ya había rebasado por un costado. Vinicius estaba dolido por haber querido ajustarse tanto.
Veremos si el exjugador del Flamengo sigue tirando penaltis tras el fallo y si sigue teniendo esa confianza que tanto le ha caracterizado durante su estancia en el club blanco.
Contracrónica del FC Barcelona – Real Madrid en el AT&T Stadium ante 82.026 espectadores.
“Parecía un partido de Champions y veníamos de un virus… esto no es normal”, se quejó amargamente Xavi Hernández de la actitud de los ‘gunners’, teniendo en cuenta que era el primer amistoso de pretemporada del FC Barcelona. El técnico español se mostró sorprendido por la intensidad del Arsenal (5-3) en el amistoso de Los Ángeles, en un partido en el que volaron las tarjetas amarillas en la primera parte (4). Ese día en el SOFI Stadium, la tensión se podía cortar hasta con un cuchillo de mantequilla… pero lo que se vivió en el estadio rival para albergar el Mundial 2026, el AT&T Stadium, no estuvo lejos de la competitividad e intensidad que transportan a cualquier Clásico con algo en apostar.
27 faltas (17 del Barcelona y 10 del Real Madrid), 8 tarjetas amarillas, innumerables protestas al árbitro y un par de trifulcas sobre el césped. Ese fue el resumen del primer Clásico de la temporada, que se llevó el FC Barcelona tras firmar un triunfo por 3-0 gracias a los goles de Dembélé, Fermín y Ferran Torres. Sin embargo, hoy estoy seguro de que Xavi no se queja en la rueda de prensa… porque cuando ganas la vida se ve y se sabe de otra manera. Y el fútbol, como la vida, da vueltas y vueltas.
El PSG huele con Dembélé
La más que posible salida de Kylian Mbappé obliga al equipo parisino a tener varios escenarios sobre la mesa. Uno de ellos es Ousmane Dembélé, que volvió a ver puerta en un Clásico para mandar un mensaje directo al corazón de la afición del PSG, que ya está relamiéndose con la posible incorporación de él. Y es que el gol del lateral francés llega precisamente en un momento de máxima repercusión mediática (un Clásico ante casi 80.000 espectadores) ante el interés del PSG por ficharle antes de que su cláusula vuelva el 1 de agosto a los 100 millones de euros.
Dembélé llamó a la puerta del PSG tras sorprender al Real Madrid con su rapidez e inteligencia en la toma de decisiones. Marcó el 1-0 en el minuto 15 y tuvo en sus botas el segundo gol del partido tras desperdiciar un mano a mano con Courtois, que adivinó sus intenciones para acabar sacando una mano espectacular.
el laboratorio de xavi
Dembélé marcó el primer gol del Clásico en el minuto 15 tras ejecutar a la perfección una jugada de laboratorio del equipo de Xavi Hernández. Gündogan fue el encargado de sacar una falta lateral corta desde la banda derecha, mientras que Pedri, que esperaba el balón en el borde del área, jugó una mala pasada para aprovechar su soledad para filtrar un pase brillante que encontró el Barça. 7′. Disparó a Courtois dentro del área con un disparo cruzado que acabó alojado en el fondo de la red blanca. Y es que las jugadas a balón parado ya le están dando sus frutos al conjunto catalán en este arranque de temporada tras alcanzar el segundo gol de una elaborada estrategia en el Soccer Champions Tour. Jugada de pizarra que Ancelotti deberá retocar en defensa para evitar sustos en el futuro tras recibir el segundo gol a balón parado, el primero del Milan Tomori tras un saque de esquina.