A bordo de un triciclo de carga, Edgardo Zúñiga recorre México rescatando perros que han sido abandonados y están en la calle, mientras intenta crear conciencia contra el maltrato animal.
Su travesía comenzó el 17 de julio de 2013 y ya ha recorrido medio país en busca de perros que no tienen dueño y deambulan por las calles y caminos del país.
La travesía lo ha llevado al estado mexicano de Chiapas, en la frontera sureste con Guatemala, escoltado por los 14 perros que se han convertido en sus compañeros de viaje.
Vestido con ropas que las mismas personas le dan a medida que avanza, avanza día y noche con una misión: dar una vida mejor a estos animales, que son frecuentemente agredidos o ignorados por los humanos.
Para Edgardo, de 48 años, oriundo del estado de Nayarit (occidente de México), su viaje es tanto un sacrificio como un mensaje a la sociedad.
“Me acompañan perros de todo México, perros que nadie adopta, perros que andan deambulando (en la calle)”, dice a Efe.
Estos perros ahora forman parte del “escuadrón de rescate de perros” porque “educan a otros (a tener) nobleza, a confiar en las personas”.
Desde que inició su andadura, el activista animalista ha rescatado a más de 400 perros en estados como Nayarit, Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo. .
El “chico perro” empaca comida, bebida, zapatos y ropa en su triciclo, que capta la atención de los transeúntes, para poder sobrevivir al mal tiempo, incluyendo la lluvia y el sol.
Del mismo modo, trae varios remedios para ayudar a sus nobles socios.
Por el momento, realiza su estado por la zona del Soconusco de Chiapas, en los municipios de Huixtla y Tapachula, donde recogerá perros adicionales para adoptar y cuidar para darles calidad de vida.
A continuación, tu viaje te llevará a la costa de Chiapas, al pueblo de Puerto Madero, donde harás una parada de unos días y también les darás horas de sueño a los caninos.
Edgardo describe su viaje como “una búsqueda para tomar conciencia de las personas”.
“Todo lo que pido es que la gente reconozca lo que estos animales devotos pueden lograr para los seres humanos”, dice.
En su viaje, espera salvar a los perros, pero también trabaja como intermediario, negociando la liberación de algunos de sus camaradas rescatados.
Los perros “están llenos de amor y protección; por eso también hay que cuidarlos”, dice la activista.
El samaritano asegura que ha sido difícil llegar al sur del país, donde ha sido cordialmente recibido.
Tras cruzar la costa chiapaneca, recorrerá numerosas provincias de los sureños estados de Oaxaca y Guerrero.
“Es un proyecto en el que estoy viajando por México ayudando enteramente a los perros”, explicó.
La crueldad animal es ilegal en al menos 15 estados mexicanos, incluido el estado de México, Guanajuato, Jalisco y Michoacán.
Para evitar que se produzcan situaciones de maltrato, Edgardo aboga por inculcar en la población una cultura de respeto por los animales y concienciar.