Había un dueño llamado Trung, que amaba mucho a su perrito llamado Tài. Tài era muy lindo y travieso, y Trung siempre consideró al perrito como parte de su familia.
Un hermoso día, Trung y Tài caminaban por su jardín. Tài estaba corriendo y jugando al borde del camino cuando de repente el perrito cayó en un hoyo profundo. Tài gritó pidiendo ayuda con una mirada impotente, pero no había nadie allí para ayudar.
Trung corrió hacia el profundo agujero y miró hacia abajo, viendo a Tài tratando de trepar por la pared para escapar. Sin embargo, el agujero era demasiado profundo y Tài no pudo subir. Trung sabía que tenía que hacer algo para salvar a Tài, su querido amigo.
No dudó en saltar al profundo agujero, a pesar del peligro. Cuando se acercó a Tài, se dio cuenta de que el perrito estaba herido. Trung rápidamente levantó a Tài sobre su hombro e intentó trepar por la pared del agujero. Cuando finalmente llegó a la cima del hoyo, estaba muy cansado y respiraba con dificultad.
Pero cuando miró hacia abajo y vio a Tài agitando la mano para darle la bienvenida, supo que había hecho lo correcto. Se sintió feliz al saber que Tài había sido rescatada y que sería cuidada y amada.
Trung demostró una gran compasión admirable y mostró a Tài un amor y cuidado maravillosos. Desde entonces, Tài y Trung se han vuelto más cercanos que nunca, y la historia de la valentía y el amor de Trung se ha convertido en una historia conmovedora y significativa para todos.